Cuando uno no ha juntado una buena cantidad de experiencias en común con sus ahora roomies, la técnica es recurrir a la hemeroteca vivencial para tener tema de conversación mientras nos terminamos el arroz con verduritas de turno.
En una de tantas, regresé a los escenarios, a los personajes, a los procesos. Regresé a enero de 1998 y di todo un repaso hasta noviembre de 2006.
Esta noche esto escribo esto simplemente para saludar a mi extinto grupo de teatro, (sobre todo a los que vivimos la era Beto R. 2000-2003). A todos aquellos que han pisado los escenarios conmigo; pero sobre todo, a aquellos a quienes el teatro les marcó la vida. Suerte en esta nueva etapa de resurrección y reencuentro febrero 2007.
Obra: La Importancia de llamarse Ernesto
Lugar: Guadalajara
Año: 2000.
7.2.07
circo, maroma, drama y teatro
Entre Barcelona y Guadalajara
08.02.07
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario