23.2.08

eso que se llama amor

[ o el deseo de algo feliz ]

Ya sé por qué O sigue enamorado de A. O al menos ya sé por qué, aún después de todos estos años (cuatro desde que se dejaron), él cree que aún lo está. Él y ella nunca hicieron el amor. Ella era virgen, y por algún motivo nunca encontró el motivo o la situación o el momento para hacerlo con él.

Hace unos días anunciaban una película con Kiera Knightley en el cual el chico se iba a la guerra, él le prometía que volvería y se casaría con ella. Un amor que duraría para siempre, o supongo que algo así era el slogan de la película, seguro… un amor que dura para siempre es el que permanece virgen en la mente de los hombres. Y lo aseguro con el amor de V y Z.

V y Z nunca han hecho el amor, porque ella no cree en el sexo antes del matrimonio. Han sido novios durante seis años (quizá más), y él la ama como si hubieran empezado a ser novios ayer.

¿Por qué?

No es culpa ni de uno ni de otro. Los hombres han fucionado así siempre porque las mujeres los han enseñado a responder así. No es culpa de las mujeres, quizá es culpa de los hombres que las enseñaron a ser así por ser éste su “papel” en la sociedad que ellos diseñaron. No se trata de buscar culpables. La pregunta no es “¿de quién fe la idea?”. La pregunta no es tampoco ya “¿por qué?”, porque ésa está respondida ahora.

Quizá ahora no hay más preguntas. Quizá sería cosa de ver cómo usar esto a nuestro favor (independientemente de si somos hombres o mujeres). Pero quizá sólo es cuestión de comprender que así funcionan las cosas y saber discernir un sentimiento de otro. O mejor aún, saber entender que el amor está hecho de una mezcla de sentimientos y emociones diferentes, unas sueltas, otras reprimidas; pero que el amor como tal está dado por las cosas que no podemos tener y las deseamos tan fuertemente, que sentimos que las amamos. Y esa mezcla tan grande de cosas, y pensamientos, y sustancias químico-biológicas, simplemente nos hace perder el control de nosotros mismos. O, si lo ves como lo ven los idealistas (y/o los enamorados), es la que hace que la vida sea más intensamente placentera.

8.2.08

...tantas cosas (2)

[ yo ]

Sería un poco complicado describir el proceso de relación que estoy teniendo con la persona que en este momento más me quiere. O más bien, sería complicado describir lo que nos ha llevado a seguir juntas aún cuando conservemos la distancia. Sería mucho más complicado considerando que, aunque este blog es más bien un diario personal, es público, y de vez en cuando hay gente que entra y lo lee. A lo que voy, es que no quiero asustar a nadie; pero más que eso, hay cosas que aún cuando quisiera escribirlas, no quiero compartirlas.

Hace dos días me confesó que se había enamorado de mí. Que no se había dado cuenta de cuando había pasado y de que cuando lo tuvo asimilado pasó a tener la seguridad completa de que podía gritarlo al mundo, incluso a sus padres al otro lado del océano.

Y flipé.

Y lo único que pude preguntar es: ¿no te duele?

Claro que le duele. Me lo confirmó. Luego pregunté que cómo hacía para seguir viéndome a pesar de todo y para mis adentros, pensé “qué valor, yo no podría”. Y sentí un nuevo respeto y admiración. Me contestó que antes de que pasara nada entre nosotros primero hubo una relación de amistad. Que siendo yo su amiga, formaba parte de ese pequeño círculo que (y esta es una teoría mía) estando lejos se vuelve tu todo. Así que no estaba en disposición de prescindir de mi amistad. Que le tomaba tiempo y mucho esfuerzo, pero que tenía la completa seguridad de que lo que quería antes que nada era mi amistad. Además de que sabía y comprendía que yo no pudiera enamorarme.

Al final, después de cuatro cubatas whisky-redbull, terminé confesando ese último detalle que yo me había guardado por vergüenza, no sin antes confesar que si no se lo había explicado era por esa misma vergüenza de admitir que si no podíamos ser una pareja, era porque había y hay algo en mí que quedó confirmado y que me imposibilita para una relación de este tipo. “No eres tú, soy yo”. En este caso es completamente cierto.

Y entonces lloré. Sí por el whisky, pero es que justo por el whisky me di cuenta de que en ese momento estaba teniendo todo. Me di cuenta de que nunca nadie me había querido como me quiere esta persona. Que lo que siente por mí es enorme y limpio y totalmente desinteresado, y que cuando me dijo “tú me complementas”, se refería a muchas otras cosas que el simple hecho de estar dentro de esa soledad en la que se vive cuando cruzas el océano y dejas todo atrás. Que no soy una excusa y no soy un escape a esa misma soledad, y que aún cuando quizá esa soledad nos unió, lo que provocó ese sentimiento, soy yo en mi estado más puro. Porque yo tampoco lo vi venir, y entonces no tuve oportunidad de crear estrategias, ni de construir barreras, ni de huir. Y lloré porque aquí a mi lado lo tengo todo, pero no tengo manos para cogerlo…

Así que después de todo, y después de una resaca ultra-bizarra (como de agotamiento), me siento hoy a su lado con una nueva visión de las cosas. Con una seguridad no-ególatra que no había tenido antes, y con muchos de mis miedos disipados.


Qué putada. Insisto, qué putada. Porque es una putada no coincidir y que haya al final, cosas más fuertes que tú. Y que tu felicidad en el amor al final siempre depende de alguien o algo más; no de tus deseos ni de tus esfuerzos.

2.2.08

tantas cosas (1)

[ curro, chamba, laburo ]

Pasa que hasta que te levantas de la caída, te puedes reír. En algunos casos, comienzas a reírte cuando apenas lograste hincarte. El punto es que ya te estás riendo es que lo has superado, al menos, te has resignado ante el hecho.

La trilogía depresiva y autoflagelante noviembre-diciembre-enero, y su prólogo en octubre, parece que cierran a la alza (a diferencia de la bolsa de valores). Al menos la parte laboral ha fluido.

Hay algo de cierto en eso que dicen "hazte fama y échate a dormir". Que también tiene una versión hermana inventada por mí -y comprobada ahora que sé andar en bicicleta-: "agarra vuelo y sube los pies".

No es fácil aceptar y vivir el hecho de que eres una adicta al trabajo recuperada. Además de que luego uno se tiene que hacer conciente de que la adicción se controla, no se cura. Y sin embargo, tantos años tomándome en serio y con responsabilidad mis obligaciones, dan sus frutos. Quizá es que tengo un buen currículum, quizá es que como "dinero llama a dinero", "trabajo llama a esclavo" o "farlopa llama a consumidor".

Prender el botón de "busca trabajo" no me cuesta trabajo. Y aún cuando mi intención era ser camarera o dependienta de tienda, me encuentro con que ya no sólo me han ascendido en mi trabajo en la radio, sino que me han aumentado el sueldo, y además, tuve que dejar de lado mis aspiraciones como dependienta, y entrar a ese mundo de las galerías de arte.

Y ahora, a trabajar.