Sorpresas...

Vivir en el 2007 tiene sus ventajas. Una de ellas es las tecnología. No hace falta estar súper cerca para poder comunicarse. Pero lo loco del asunto, es que sí es necesario estar súper cerca para poder mandar mensajes que merezcan ser archivados para los momentos de nostalgia. Tanto el Internet como el teléfono móvil son dos cosas que aunque antes vivíamos sin ellas, hoy nos hacen pasar grandes momentos.

Y aunque el valor psicológico de un mail o un sms es menor aún que el de una carta o una llamada telefónica, hay veces que nos tenemos que conformar con eso. En mejores ocasiones, el contenido es tan grande que no podemos pedir más. Y es entonces cuando nos llaman o nos hacen visitas sin avisar… y nos sorprenden...

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El fin de semana pasado me fui con mi roomie, una amiga de ella y su hija (la de la amiga) a Cadaqués, el lugar donde vivió Dalí.

Podría continuar el relato diciendo: es súper bonito, comimos aquí, vi tal cosa. Pero no he de hacerlo porque es aburrido. Ja! Basta con que les ponga unas cuantas fotos para que se den cuenta y ya, las imágenes hablan más que yo ( y eso que yo puedo hablar/escribir muchísimo).

Total que estuvimos allí hasta el domingo. También fuimos a un lugar que se llama Cap de Creus, donde comimos de una manera brutal (no sólo por lo delicioso, sino por la cantidad de comida que ingerimos). Ya saben cervecita, vinito, mariscos, pastel, helado… uff!! Vimos el atardecer desde esa montaña. Cielo rosa, aire fresco, mar, luna llena...

El viaje fue perfecto excepto por un comentario que se me hizo al final en plan SÚPER MAMÓN.

Yo sé que no debo ser tan juiciosa con la gente, y dar chance, y no ser tan extremista, y no engancharme con pendejadas, pero no me cayó nada en gracia. No he de ahondar en esto para no darle mucha importancia. El punto es que me di cuenta de cómo puede ser la gente. Es decir, tenemos a una chica hablando de cosas espirituales; que si se fue a no se qué ritual indígena, que si se fue al Viphasana (o como se escriba), que si es vegetariana, que si se va para la India a una meditación. Y luego en plan egoísta total. Es como la gente que se la pasa en misa, dándose golpes de pecho, y van y critican, o mienten, o roban o engañan. Hice todo un tratado filosófico al respecto mientras venía en el coche de regreso, pero de verdad no vale la pena.

Creo que al final no importa que tantos rituales “espirituales” hagas. Todo está en que lo apliques a tu vida. De nada sirve hablar 24 horas al día de cuántos libros de los gurús de turno te has leído si en la práctica vas a mamar.

En fin… Lo importante del viaje es que tuve una muy linda experiencia conociendo un lugar padrísimo. La onda con mi roomie en plan súper chido. La verdad es que me lo pasé fenomenal.

El señor B. apareció en mi móvil cuando la luna comenzaba a tornarse roja. El sábado por la noche vimos el eclipse de luna, las tres viajeras, desde la ventana del hotelito en Cadaqués; en plan hash, cansancio, agua, plática chida. Y yo, con el móvil en la mano, varios mensajitos a los que recurría constantemente. El señor B. soñando “una luna que miramos los dos”. Les digo, ahí vamos...

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Bueno pues que llego el domingo a casa y me encuentro con que el enchufe del calentador del agua se volvió a joder. Tenemos la teoría de que son los fusibles. Ya lo arreglaremos.

A mí me urgía ducharme. Desde el coche venía rogando por llegar a casa, olvidar el comentario ese mala leche de la chica espiritual, darme un baño de agua caliente, y meterme a la cama lo más pronto posible. Me urgía descansar porque el lunes tuve que levantarme a las 6 de la mañana.

En realidad podía levantarme más tarde, pero no quería llegar tarde mi primer día de trabajo.

Así es. Estoy súper súper contenta, porque al final llegamos a un acuerdo feliz entre la radiodifusora y yo (dada mi situación legal en este país) y desde este lunes soy la locutora del turno matutino de esta estación de corte latino. Ponemos salsa, bachata, vallenato, una que otra ranchera, merengue y reggaeton. ¡Nada que ver conmigo! De verdad que en estos tres días lo más difícil para mí ha sido identificar qué canciones me están pidiendo los escuchas. Jajajaja

Está siendo una muy buena experiencia. Me jode y estresa un poco que los locutores también tienen la consigna de vender publicidad. Pero bueno, ¡qué más da! Es un reto más.

Total que está guay que me puedan escuchar mis papás y mis primos y mis amigos más cercanos hasta por Internet. Sí! No es gran cosa porque no digo cosas inteligentes. Todo es en plan de: “Buenos días mi gente bonita de Latinoamérica! Cómo amaneció mi familia latinoamericana! Vámonos a escuchar una bachatita rica para empezar el día con energía” ¡JA!

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Bueno pues nada. Que con todo y todo, Internet, tarjetas para llamar por teléfono barato a España, mail, etc., lamentablemente hay personas que no están interesadas en escribirme. No es en plan general, más bien es en plan específico. La verdad es que me cala y no podía dejar de mencionarlo. Es increíble cómo te esperas algo y al final no sucede. Y eso que era algo que ni si siquiera podía dudar que sucedería… Como dirían los españoletes: ¡joder!