crucecita blanca en corazón rojo

ANTES DE HABLAR DE MI VISITA EN LA CONFEDERACIÓN HELVÉTICA (a.k.a. Suiza), DEBO PEDIR A LOS QUE TIENEN CONTACTO CON MIS PADRES QUE MANTENGAN LA BOCA CERRADITA.

ELLOS NO SABEN. SI SE ENTERAN ME REGRESAN A MÉXICO EN ESTE MOMENTO! ASÍ QUE, COMO SIEMPRE: GUÁRDENME EL SECRETO.

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Hace mucho que no iba a un lugar del cual quedara prendada. No sé qué tienen los lugares francoparlantes que me ponen así. Me pasó con un pueblito específico de la Côte d'Azur hace 8 años y esta vez me pasó con Vevey y Fribourg en Suiza.


¿Qué andaba yo haciendo en el país de las cuentas de los expresidentes mexicanos? Bueno, en primera, turisteando. Y en segunda, viendo un concierto. Ja! Realmente el pretexto y misión del viaje era ir a ver a Air en concierto en Fribourg.


Todo fue idea de Ch., un chico suizo a quien conocí en GDL hace unos meses. Cuando lo conocí él ya se volvía para Suiza después de haber vivido una mala experiencia amorosa. Digamos que después de vivir en Guanatos, el chico quedó traumado con México, y el que esta mexicanita (o sea yo) anduviera en el viejo mundo, le dio un vínculo emocional con su experiencia y me invitó. El chico insistió en pagar mi boleto de avión y el boleto del concierto; y después de preguntarle a mi gente de más confianza, me lancé para allá.




Podría extenderme años y felices días hablando de Suiza, de Ch., de que hasta platiqué con los chicos de Air, de que mi francés sigue siendo comprensible (después de 6 años sin un uso frecuente, mi francés sigue siendo bueno, aunque ya dejó de tener ese acentito del sur de Francia que tanto me gustaba).


Conocí personas super chidas (los amigos de Ch.), y descubrí lo buena persona que es este chico. La neta, es de esas personas que uno al conocerlas no puede más que concluir: qué corazón tan grande tiene esta persona. Y luego uno comprende porque es que le rompen el corazón (tanto sus parejas como sus "amigos"). Y siempre es bueno contar con personas buenas en la vida. La mala noticia es que ahora me está tirando el can a mí. El problema radica no en que me tire el can, sino en que a mí él no me gusta... puff... ¿por qué nunca nos gusta el chico indicado?

El finde pasado fue una experiencia maravillosa... Aún no encuentro las palabras exactas para describir el aire de Suiza, las calles, lo lejos que me parece todo cuando volteo a ver de dónde vengo y dónde estoy ahora. Quizá mañana pueda ponerle nombre a este sentimiento de añoranza repentina. El día que regresé, llevaba apenas unas cuantas horas aquí y ya la echaba de menos. No quería volver, quería más y más y más de ese país tan hermoso. Es otra cosa... el aire es tan diferente allá... Obvio no fui a las grandes ciudades (estuve en Geneve pero sólo en el aeropuerto); pero aún así Suiza para mí es tranquilidad... aún en los bares, en los antros...


De recuerdo, junto con la crucecita blanca en mi corazoncito rojo, traje unos chocolates buenísimos (de varios tipos: con gauffre, tiramisu, noisette, lait...), quesito de cabra, un queso fresco con hierbas para untar delicioso, una tresse enorme (que es un pan típico de Suiza super suave, súper rico, y 100 fotografías! Tengo que decir que la inútil de yo dejé la cámara en BCN, pero Ch. me prestó la suya y ya que me mandé el paquete de fotos pondré las mejores de mi paso por Vevey, Lausanne y Fribourg.