14.4.07

Subconscientemente haciendo el amor...











La última vez que vi al Sr. B hicimos el amor.


Al menos, yo se lo hice a él.







Me había quedado con ganas de comentar el tema porque en ese momento hice una disertación filosófica al respecto, partiendo de la base teórico-poética del gran sabio Ricardo Arjona (juar!). Y cito: "Tuve sexo mil veces pero nunca hice el amor".


Digamos que a mis 24 años no he tenido sexo mil veces. De hecho, muchas meeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeenos veces jajajjaa. Siempre he sido muy estable en mis relaciones sexuales, precavida y físicmente monógama, pero como no ha habido romance de por medio, tampoco es que se hayan extendido en el tiempo.


La última la última vez con el Sr. B, antes de despedirnos como pareja wannabe, tuve si no el mejor, uno de los mejores orgasmos de mi vida. Y digamos que más que las habilidades del Sr. B en la cama (que ya de por sí son bastante buenas, obvio), el orgasmo fue más bien de tipo emocional.


(PARÉNTESIS DE too much info; Tengo que confesar que me encantan mis orgasmos. Suena un poco obvio, pero no lo digo por la experiencia del orgasmo en sí. Las especificaciones a las que me refiero son un secreto que me guardo a mí misma y que pocos saben. Lo único que puedo decir y confesar es que no puedo fingirlos por cierta cuestión completamente especial y única de mi persona, mi cuerpo y sobre todo, mi psique... Quien lo ha experimentado conmigo flipa totalmente en buen plan... El Sr B... bueeeeno, lo adoraba... ya se imaginarán, bueno, no, en realidad ni se imaginan... jajaja).

El punto es que tengo que confesar que nunca he hecho el amor. Desde hace unos años (después de mi relación fatídica con mi único novio que cuenta como tal), cuando decidí que no quería enamorarme y no iba a hacerlo porque era algo que no valía la pena vivir y que era más la faramalla que le hacían que lo que en realidad era... Desde entonces, mis experiencias sexuales eran físicas. Muchas de ellas han sido GRANDIOSAS (no en tamaño, sino en calidad jajajaj); muy en especialmente unas en específico que recuerdo en el 2006 (saludos ya-sabes-quién!).

Pero no fue sino hasta hace tres semanas que, como dijo el Sr. B, "hicimos el amor". Porque habrán de saber que él y yo hablábamos en términos de sexo y tal... Y la última vez que hablamos de "nosotros" él utilizó el término "hacer el amor". Supongo que ni en su subconsciente ni en el consciente lo hizo poniendo énfasis en la diferencia terminológica. Fue hasta que Estrella lo recalcó cuando le paltiqué toda la historia, que me di cuenta.


Insisto, sé que el Sr. B no se refería a "hacer el amor" en el sentido romántico de la frase. Comento esto porque para mí sí que hay diferencia y esto fue el detonador para un análisis de mi vida sexual y cómo para mí suponía una ENORME DIFERENCIA.


Total. No fue hasta aquella noche, la última que pasamos juntos... que experimenté lo más cercano que me ha pasado a hacer el amor.


¿Por qué vuelvo al tema del SrB?

Dirán... ¡súperalo ya!



Sí, yo también quiero lo mismo... jajaja


La verdad es que vuelvo a esto más por el tema del sexo más que por el Sr. B. Sin embargo, si debo informar los últimos movimientos, tengo que confesar que he vuelto a comunicarme con él. Por iniciativa mía, lo acepto totalmente; soy débil, y LO ECHO DE MENOS BASTANTE.


El jueves un profesor invitado del máster me lo recordó completamente. Había en la inteligencia de este crítico literario una seriedad, una profundidad, una introspección y un uso elegantemente coloquial de catalanismos que sólo le he visto al Sr. B cuando me habla de cosas muy serias de su vida o de su trabajo.


Además, tenía desde toda la semana santa sin poder dormir bien. Me despertaba a las 3 AM, a las 4, a las 6... Y no descasaba nada. Tuve varios sueños raros de los cuales me acuerdo. Sólo uno fue con el SR. B. En él me lo encontraba en un bar acompañado de una muy amiga mía. ¿Presentimiento, premonición, paranoia? Tal vez todo en uno mismo...

Así que finalmente me quité el orgullo de encima. Hice un último movimiento, el suicida. Porque al final, yo ya no tengo armas contra él. Es decir, nunca pude recuperar mi barrerita. Y es súper obvio para él que yo quedé molesta y dolida. La imagen que tiene de mí no puede ser peor, así que le mandé un mail diciéndole más o menos lo siguiente:


En general, me ha ido bien. He andado super ocupada entre la escuela, los proyectos finales, la edición de la revista de Guadalajara, etc. Sin embargo, estoy muy contenta porque en todo me está yendo bien. No he podido dormir mucho, me despierto toda la noche y estoy algo cansada; pero mantengo la fe en que pronto me vuelva la tranquilidad al dormir.


Echo mucho de menos cuando podía compartir las cosas que me pasaban contigo. Y en general, te echo mucho de menos.


Un día que tengas una hora libre ojalá podamos ir por un café.


SÍ!!!!! LO SÉ!!!! ERROOOOOR!!!!! Alguien debió detenerme, hackear mi mail en ese momento y amarrarme las manos.

Me contestó como 15 horas después diciendo que me llamaría este finde. Es sábado. Son las 5 de la tarde y no ha llamado. La verdad es que no importa que no llame. Honestamente. Lo realmente importante es que, después de que envié ese mail (el jueves por la noche), he podido dormir tranquila y apaciblemente. Duermo de corrido hasta que suena el despertador y me levanto tranquila y relajada.

Puto subconsciente... jajajjaj

Las conclusiones a las que sigo apegándome es que enamorarse no vale la pena. De hecho, en mi lista de www.43things.com tenía como una de mis cosas por hacer, el volverme a enamorar. Hace unos días estuve actualizando mi página ahí y cuando marqué como done la de fall in love again, me discutí unos minutos si ponerle worth it o not worth it. Al final terminé marcando que no valía la pena.

Uff...


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El primer gráfico está tomado de http://www.11211magazine.com/. El segundo es una pintura titulada You and me de Andrei Protsouk, uno de mis pintores favoritos. Puedes conocer su trabajo en www.andreiart.com. Y la última es "El sueño" de Pablo Picasso.

2 comentarios:

Rojo40 dijo...

creo que eres victima de un mal comun que aqueja a las personas dolidas y que se sienten dejadas a menos en uan relacion.

Primero, necesidad de saberse reconocidas como importantes por el otro... revalorizarse a traves de la aprobacion dela pareja que sienten que las hizo menos... demostrarse que tienen lo necesario y que no fue culpa tuya el ser hecho menos.

Segundo, una vez conseguido esto... remordimiento por saber que lo que hiciste va en contra de lo que te habias dicho que ibas a hacer... es normal. yo digo que mientras te sientas bien a final de cuentas... que importa? :P

ale dijo...

AHORA RESULTA QUE ESTOY ARDILLA!!!!!

Chale...

No wey, mira, la cosa que me pasa (y hoy lo reflexioné) es que el amor no me hace sentirme inteligente, sabes? Como explicarlo? Me caga andar en chismesitos de que si me dijo no me dijo. De hecho no le cuento a nadie de estas cosas (en persona) porque me siento como en secundaria.

Creo que al final la conclusión es que no me gusta el rechazo (a quien?). Entonces... para qué me expongo cuando las probabilidades apuntan a que saldré rechazada? Es decir, mejor rechazo yo primero antes de que me rechacen a mí.

El problema con el Sr. B es justo que cuando debí haber huido, me quedé.

Ahora la salida es muchisimo más difícil. Me consta!!!