28.1.07

"casa"



Barcelona
24.01.07

Pues con la novedad de que no tengo internet en casa ahora, por lo que en un tiempo me tardaré en escribir. Sé que están pensando que qué bueno tener un descanso de mis mega-pergaminos, pero pues para mí es una joda no poder escribirles tan seguido. No tengo con quien hablar de mis trips mentales acá.

Ahorita estoy llegando de la escuela. Vivo a diez minutos caminando de ella. Ya me cambié de casa. Aún estoy adaptándome a OTRO cambio. No he podido dormir bien y tengo dolores de cabeza. Me urge el fin de semana para poder relajarme y dormir sin estrés. ¿Estrés de qué? No sé... De no sentir mi espacio todavía, supongo. Tengo preocupaciones varias, como sacar mi tarjeta de residencia, sacar el carnet de bibliotecas, conocer bien la uni, aprovechar al tope todo. Aprovechar al tope todo. Hoy me encontré a mí misma pensando que ya llevo un mes fuera de casa y no he hecho realmente nada. Y cuando revisé mi agenda y la repasé día por día, y vi la cantidad de cosas que he hecho, me descubrí una manía por el aprovechamiento del tiempo cabronsísima. Es decir, sí, llevo un mes en Barcelona... y me han pasado cosas! Me han pasado muchas cosas. Y de repente, siento que he desperdiciado el tiempo. Vivo en esa paranoia: disfrutar, aprovechar, valorar. Cuando me he quedado en casa a descansar pienso en las calles que debería estar caminando. Y de nuevo vuelvo al: "tómalo con calma; falta mucho para regresar". Falta tanto para regresar...

Acá me pasa algo extraño. Ahora que estoy en "casa", no me siento como en casa. Es un sentimiento muy extraño. Nunca lo había vivido; ni siquiera cuando me fui a Francia. Ahroa es diferente. Tengo una manía impresionante de no dejar las cosas fuera de su sitio mentalmente pre-establecido. me estresa ver mi bolsa en el sofá y no en mi cuarto. Es una tontería. Ahora tengo la casa sola para mí hasta dentro de una semana y me molesto en tener todo ordenado y en cajones y la ropa perfectamente doblada. No me entiendo. No sé qué parte de mi madre está haciéndome reaccionar así.

Por lo demás bueno, tantas cosas que platicar y en las cuales profundizar...

De la escuela, uff... Bueno, todo. TODO. Tengo una lista de cosas por platicar que no sé por dónde empezar, y conforme pasan los días se quedan sólo en reflexiones en mi cabeza que en algún momento pensé en compartirles. Estudio una maestría que trata en resumen, de cómo, a partir de la historia de un pueblo, generar proyectos culturales. Esto de la memoria histórica y su valor es un concepto nuevo para mí, y tengo que decir que me encanta. Te abre los ojos y comienzas a ver cultura e todos lados. Invariablemente pienso en México y en la cantidad y cantidad de banquetas que tienen inscritas CULTURA en cada paso que damos sobre ellas.

Me ha impresionado también, como los profesores, en el primer día, nos han hablado en términos de felicidad. Es decir, siempre me habían planteado la educación como una herramienta para la supervivencia. Sin embargo, aquí los profesores, directores y decanos te hablan de cómo esta educación que decidimos recibir es una herramienta para conseguir la felicidad profesional y por ende, una parte de la felicidad personal.

Bueno, éstas son sólo breves (?) impresiones que en algún momento decidí compartirles y que no lo había hecho por falta de tiempo y recursos (quién diría...). Solamente me resta agradecerles por su tiempo, su confianza, su apoyo, su amistad, sus ojos, y su disposición.

A ver qué pasa... Expectativa total.

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