Tercer anecdotario de la vida en general...

Lo que tiene Barcelona para ofrecerle al autoexiliado es el cumplir la promesa de que cada día te pasarán cosas distintas.


Es mucho lo que hay que contar, pero pocas las ganas que tengo de poner posts interminables (basta ver el anterior a éste, es inmenso). Así que brevemente les comento.




Me llegaron rosas a la radio

Al parecer tengo un fan anónimo que se gastó una pastota enviándome flores. En la tarjeta venía su número de móvil y firmó con un TQM (weirdo). Esto fue hace un montón. Ya no ha dado señales de vida porque nunca dije nada al aire sobre las rosas, a pesar de que me lo pidió. He estado pensando en llamarle desde un público para agradecerle, pero no sé que tan loco esté este tío y si haga alguna cosa que me afecte a nivel laboral. Mi compañero y amigo AO (el otro locutor) dice que lo haga, pero aún me lo estoy pensando.



Asuntos familiares
Operaron a mi mamá hace unas semanitas. Me preocupo un poco porque lo estuvo pasando mal unos días, con muchos dolores. Al parecer está mejor ahora, pero sé que es muy terca y no ha estado guardando el reposo absoluto. Chale...


Desde la trinchera de mi soledad...
Como en la canción de Juanes me sentí algunos días de la semana pasada. Todo mundo de vacaciones y yo como una ostra en una Barcelona diluviante y llena de guiris (turistas). Me dio para abajo algunos días... puff... Han pasado más de tres meses desde mi llegada y aún tengo estos problemas que se envuelven en el tema "adaptación". Qué decir...



Cantando las horas
En unos días saldrán al aire en la radio unas cuñas informando qué horas son. En ellas se escucha una vocecita femenina cantando un par de frases a ritmo de cha-cha-chá. Soy yo... ¡Qué fuerte!










De galanes, ligues y demás
Un chocolatín! Y dos, y tres... y la caja entera. Tengo como unas tres semanas comiendo como un cerdito desquiciado. Creo que estoy subiendo de peso y me caga. Sin embargo, eso no me impide seguir ligándo aquí y allá. El otro día me ligué a un catalán ingeniero en no sé qué en el metro. No me interesó, pero supongo que saber que a pesar de los kilos de chocolate que me he comido, mi sex-appeal sigue intacto jajajajajaja Qué mamada...


Total. He estado saliendo con el sudamericano aquel que mencioné en un post anterior. El otro día flipé mal plan. Le dije que a qué quería jugar conmigo si él tenía una relación con alguien más (una pareja rara, como la que tenía yo con el Sr.B, novios sin serlo). Y fue mal rollo de mi parte porque realmente sé que si él dejara de ver a la otra morra (que la ve menos que a mí, pero la ve igual) yo saldría corriendo. Espero la semana que viene arreglar las cosas con una charla leve, detallitos y coquetería.


Por lo pronto, estoy terminando de leer Travesuras de la niña mala del genio Vargas Llosa. Y lo que me ha dejado como enseñanza, más que nada, es que a los hombres hay que tratarlos mal. Y así pienso hacerlo... Aunque no pueda, pues, pero al menos, intentaré ser más fría... de nuevo...


Del Sr. B ni me pregunten que el post anterior a este lo dice todo... ¡y de qué manera! jajaja Too much...


En fin... así la vida por acá...